Terrorismo borroso
Normalmente los muchos de los conceptos que manejamos diariamente no tienen una definición cerrada y canónica. Esto, excepto para los teóricos, no representa ningún problema a la hora de enfrentarse al mundo, mas bien al contrario, ya que nos ayuda a transmitir información de manera condensada y eficiente. Es lo que yo llamo conceptos borrosos (disculpen esa tecnicismo que he tomado prestado de la lógica) que tienen como característica ser reconocidos e interpretados por diferentes individuos de forma idéntica o similar. Dudo que alguien pueda ofrecer una definición de terrorismo que no sea discutible y valida universalmente o que no se puedan encontrar contraejemplos o interpretaciones variadas. Sin embargo nos será mucho mas fácil coincidir si un cierto acto es terrorista cuando lo contemplamos (incluso si se apoya o justifica el mismo). Es cierto que existirán ciertos patrones comunes estos pueden aparecer o no, incluso interrelacionarse entre ellos creando o no una impresión sobre el acto. Vemos algunos de ejemplos:
Evidentemente un acto terrorista tienen que tener violencia y coacción planeada, pero no toda la violencia o coacción planeada (en eso el estado es paladín) es terrorista. Algunos dirán que tiene que un acto de este tipo causa terror y desasosiego, sin embargo no todos los actos que causan temor (p.e. la guerra) se pueden considerar terroristas. Otros aducirán causas políticas, identitarias o ideológicas, pero el terror puede ser usado simplemente para obtener beneficios materiales o cuestiones tan viscerales como la venganza o el ajuste de cuentas (las prácticas mafiosas). Los mas sensibles estarán impresionados por la sangre fría y la crueldad, sin embargo, los asesinos en serie distan mucho de ser terroristas. Las posibilidades son muchas y será difícil quedar satisfecho con ellas.
Quemar o hacer explotar un autobús puede ser considerado terrorismo o no. Recientemente en Rio de Janeiro un grupo de jóvenes (incluidos menores) comandados por un traficante de medio pelo de una concurrida favela quemaron un autobús con cócteles molotov quemando vivos a los ocupantes, entre los que se encontraba un niño de dos años con su madre. No eran miembros de bandas rivales, de hecho el autobús se seleccionó al azar (según el testimonio de los detenidos). Las causas, intenciones y procedimientos no están claras; se habla de acto de venganza contra la policía por haber asesinado a un traficante, de conspiraciones de bandas rivales para aumentar la represión sobre el supuesto grupo perpetradores(y sacarlos del negocio) e incluso se apunta la posibilidad de que la propia asociación vecinal del barrio hubiese financiado la operación como un acto de protesta. Tampoco se sabe si la intención era asesinar a los clientes del servicio ya que los detenidos indican que fue una error pero testigos presénciales(incluidos algunos que pudieron escapar por la ventana) testificaron que los asesinos bloquearon las puertas para impedir la salida de las victimas. En cualquier caso se trata de un ejercicio de poder por parte de los amos de barrio que desarrollan una autentica guerra con la policía y con otras facciones que se cobra mas mil de muertos anuales sólo en Rio de Janeiro. ¿Es esto terrorismo?. Yo me aventuraría a decir que sí, sin embargo es posible que si leen esta noticia quedará encuadrada dentro del crimen común o organizado. Esta sería una situación en el límite de lo borroso donde la decibilidad puede ser compleja por nuestra falta de hábito; no hemos desarrollado el músculo por decirlo de alguna forma.
Si un hombre sube a un autobús en Telaviv y lo dinamita es terrorismo. Si en Bilbao unos encapuchados suben a un autobús y lo queman en una de sus juergas nocturnas es terrorismo. Si en Bogotá estrellan un vehículo cargado de dinamita contra un restaurante es terrorismo. Aquí el tema está mas claro. ¿No? Algudos tenemos cayos decidiendo sobre este tipo de actos. Estamos, pues, entrenados.
Esto ocurre comúnmente con los conceptos borrosos. El sistema legal codificado(típico de los paises latinos) hace bastante difícil afrontar el problema del terrorismo. Como sólo lo reconocemos y no podemos codificarlo resulta misión imposible hacer leyes que luchen eficazmente contra el sin conculcar ciertas libertades. El sistema anglosajón lo tiene mas fácil ya que da mas flexibilidad pero no esta libre de limitaciones. La guerra global contra el terrorismo es demasiado simplista para afrontar el problema y se diluye en ese mar de ideas borrosas que tan de moda están en estos tiempos de tensión.
Frecuentemente recuerdo aquella frase utilizada por Misses (que la tomó a su vez de Virgilio) “Tu ne cede malis...” es un compromiso con la responsabilidad que lleva acarreada la libertad. ¿Será esta guerra contra el terrorismo la mejor opción? O tal vez estemos atrapados por el miedo.
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