El Peripatético

Libertad e intuición

Thursday, March 08, 2007

Portfolios afectivos

Uno de los fenómenos, que por complejo no es simplificable en un modelo, es el de las relaciones intimas/sexuales. El tema es peliagudo y no es facil dar una explicación económica general (ni tampoco lo pretendo). Lo curioso es que este tipo de relaciones configuran unos mercados relativamente primitivos en su forma más usual basados en el truque: uno se da al otro como el otro al uno. No es que eso tenga nada de malo, casi todos lo mercados son diferentes en mayor o menor medida, ya que no hay nada de simétrico, ni perfecto, ni equilibrado en los mercados. Sólo las mentes estrechas de los que se creen que el modelo es la realidad (y no una representación mas o menos útil de la misma) pueden suponer dicho disparate.

Lo curioso de este mercado (que atiende a una infinidad de necesidades y fenómenos como el reproductivo, el afectivo o el sexual) es que si aplicamos criterios financieros a estas cuestiones(como el de optimización de una cartera) corremos el riesgo de ser tachados de sinvergüenzas, canallas o cosa peores. Si un individuo quiere disponer de un portfolio afectivo diverso donde incluya un 0,6 de madre amantísima y fiel compañera, 0,2 de escultural y lasciva felotomana, 0,1 de amiga divertida así como otro diez por ciento de pequeñas "participaciones" en "valores" mas arriesgados. No nos costaría mucho tacharle de libertino y por lo poco que se del sexo opuesto, muchas lo desearían colgarlo de las pelotas por traidor desgraciado (el caso es aplicable igualmente a las féminas aunque seguro que en otros términos). Por el contrario, si lo hace con acciones, activos de otra índole o incluso a la hora de configurar su despensa o biblioteca nos encontraríamos ante un hombre juicioso, que diversifica el riesgo y atiende sus necesidades de manera mas o menos optima. ¿Por que esta diferenciación? especialmente en estos tiempo donde es posible controlar la descendencia de manera precisa. El hecho es que cada cual se monta su propia cartera según sus criterios aun a riesgo de atentar contra la moral y las buenas costumbres y arriesgar en otros aspectos de la vida. Hay que prefiere apostar por una sola opción, quien engaña a su cónyuge, quien consume los servicios de las señoritas de compañía y hasta quien tiene varias familias. ¿Seria pues nuestra moral tradicional basada en el trueque la estrategia optima? En el fondo lo no lo tengo claro, supongo que si dado que existe mayoritariamente como dicen por ahí... por algo será. Pero también existen otras soluciones, ¿deberíamos proscribirlas moralmente?.

La solución a este dilema es que la prostitución, la infidelidad, la poligamia o en sus situaciones más bizarras como las mas desenfrenadas bacanales son elementos naturales en una sociedad libre. Son instrumentos que aumentan los retornos y reducen los riesgos alcanzando soluciones mas o menos optimas. Otra cuestión es que cada cual pueda elegir su camino. Menos mal que tenemos el amor para olvidar todas estas cuestiones y perderse en el insoluble líquido de la vida. ¿O será todo un engaño para sacar la prole adelante de forma eficiente?

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