El Peripatético

Libertad e intuición

Thursday, May 25, 2006

¿Regulador = Planificador?

Pensar en economía es una perdida de tiempo con lo buena que esta la cerveza, la pasión del gol o la suavidad de la piel femenina. Eso es una verdad como un templo, pero como de todo tiene que haber; no esta demás perder un poco el tiempo. Ahora faltan sólo unos días para que los gladiadores modernos van a salir a su particular arena conviene, sin embargo, dar una pasada por la deprimente ciencia económica.

Un modelo simplificado de una economía seria aquel que tuviese en cuenta tres parámetros: precios, salarios y el interés. La relación entre estos factores es estrecha y podríamos simplificar más a un modelo con sólo uno de ellos. Podríamos decir que los salarios son precios del producto trabajo o que los precios son un reflejo de las utilidades futuras de los intercambios, lo que no es muy diferente al interés. Pero bueno, como hay algo de mágico el numero tres y prefiero quedarme con esa terna, que por otra parte es bastante común y entendible.

Si viviéramos en un sistema de planificación central (léase socialismo) ninguna de estas variables existen. Sencillamente el estado decide que y quien debe producir y consumir y sus cantidades, “científicamente” calculadas por los demiurgos ministeriales. Es decir el socialismo es la imposibilidad de la economía y hablar de economía socialista es ciencia ficción. Otros sistemas totalitarios como el Reichswirtschaft Nazi permitía la propiedad privada, existían precios y salarios pero , no nos engañemos , eran de falsete y meramente instrumentales ya que al final el ministerio de turno se encargaba de fijarlos y otras tropelías varias. Era modelo de planificación semi-centralizada (y acotada), pero tan socialista como el comunista aunque manteniendo una apariencia de economía: cierta descentralización en la toma de decisiones , finanzas y “mercados”. Los efectos son similares y detrás del juego de bambalinas se vislumbra claramente la cara del socialismo controlando la actividad económica por medios menos directos que los bolcheviques. Naturalmente en ninguno de estos sistemas históricos tiene sentido el modelo de las tres variables, solo en un sistema capitalista (léase liberal o de mercado) cobran sentido, el cual ciertamente dudo mucho que haya existido o incluso que llegue a existir a existir algún día.
La verdad, no vivimos en ninguno de esos sistemas (reales o imaginarias), lo hacemos en economías intervenidas. La pregunta pertinente es ¿Cuánto? Evidentemente es difícil hacerlo algorítmicamente o proponer una fórmula de cálculo. Si tomamos el caso del viejo podemos ver a golpe de regulación se restringen las opciones de los atribulados europeos. Veamos, salvo en algunos sectores (véase energía) no existen fijaciones de precios directas si bien cualquiera que haya hecho un presupuesto en su vida sabe que nadie trabaja con precios sino con márgenes. Si al coctail le añadimos una regulación medioambiental por aquí otra del suelo, otra sanitaria por allá y otra de calidad por acullá el margen de los márgenes (valga la redundancia) se reducen tanto que en muchos casos el precio queda fijado mayormente por la acción del gobierno. Ojo que en sectores como el agro-negocio el estado se encarga de indicar las cantidad de vacas que tienes que criar por la famosa PAC. Con los salarios es casi peor, la legislación laboral, los convenios colectivos, categorías profesionales, pluses, horarios laborales (e incluso controlando los vicios nicotinaceos) y otras hierbas resulta casi una ficción hablar de mercado de trabajo para la mayor parte de los mortales. Del interés ni hablo porque ya se encarga el banco central (así sin tapujos, con dos cojones) de fijar los tipos referenciales de los que no se mueve ni dios (si no quiere pasar una temporada en la mazmorra con el negro Jamelao, aficionado a la sodomía por otra parte).

Desconozco si hay alguien que se ha tomado la molestia de medir la proporción de los efectos de la regulaciones de forma consolidada e interrelacionada en un pais o zona del mundo (supongo que no será tarea fácil). Lo que me da en la nariz es que no debe ser pequeña, si pienso por ejemplo en países europeos continentales como Francia, Alemania o España e intuyo grande ciertamente en lugares como Argentina o Brasil.

La única duda es...¿Será que vivimos en la ilusión de (como a los alemanes del Reich de los mil años) que nuestros precios, salarios e interés tienen algo que ver con el mercado? Si fuera así, está claro que la economía es una perdida de tiempo. Afortunadamente siempre nos quedará la economía sumergida como laboratorio.

1 Comentarios:

At Friday, May 26, 2006 at 11:59:00 AM PDT, Anonymous Anonymous comentó...

http://www.agroinformacion.com/libreriav2/details.aspx?id=2310

Este libro quizá tenga algo de lo que pides. Análisis de las regulaciones

 

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