La presa liberal
Desde un punto de vista liberal podrida considerarse a la prensa (o concebido al ente mas generalmente el llamado por los cursis “mundo de la comunicación”) como un servicio ofrecido por unos individuos a otros, los cuales lo consideran más valioso que el tiempo o dinero trasferido a los primeros. No sería diferente a otras transacciones, ya sea con el cervecero o el panadero, ya nos recordaba Adam Smith que no es gracias a su altruismo por lo que tenemos preparada la cena. El viejo y difícilmente descifrable juego de la oferta y la demanda para resolver las prioridades de ambas partes. Pero, ¿Realmente tiene el mercado de la información una configuración así? Como siempre parcialmente. Si tomamos por ejemplo una revista de pesca o de informática entendemos que los directores y editores de estos medios pretenden publicar aquello que más interese a sus lectores y los lectores decidirán si les interesa o no, comprando o dejando de comprar dicha publicación, siguiendo mas o menos el modelo planteado. Pero si nos referimos a los medios de información general la respuesta es claramente no. Estos medios, cuanto más populares o influyentes son se convierten por lo tanto en instrumentos de poder. Poder político naturalmente. Adicionalmente los medios políticamente influyentes sufren normalmente unas restricciones del mercado muy fuertes como licencias, concesiones, leyes específicas, presiones etc... que por un lado de hace mas controlables pero para compensar les protegen de la competencia y les asignan diversos privilegios (léase mercantilismo). En el más común de los casos es que se produzca una autocensura juiciosa y en el peor una censura directa realizada por algún burócrata. Para aquellos medios díscolos que se consigan salvar de la quema sólo quedan dos opciones: cerrar el chiringuito o enconarse en sus posiciones para intentar ganar la batalla por el poder. Como toda guerra requiere aliados y compañeros de viaje, estrategias y tácticas, sacrificar aquí para ganar allí. Es natural, pero ¿donde entra aquí el lector? Directamente en ningún lado aunque indirectamente no se puede prescindir de el, ya que es el receptor del poder de la prensa. El circulo se alimenta a si mismo.
La cadena se extiende aún más ya que los medios se nutren de agencias las cuales tienen sus propios equilibrios de poder y servidumbres, las agencias a través de informadores, organizaciones, expertos y gobiernos los cuales tienen su particular maraña de incentivos, enfoques, censuras, etc...
¿Existe prensa liberal? Realmente es difícil afirmarlo. Desde que la prensa es un elemento mas del poder en un mundo donde tanto poder esta en manos de los aparatos estatales. Para existir la prensa tiene que jugar el juego que le toca. De hecho es numerosa la escuela de periodistas que se ven así, como cuarto poder, como defensores de grandes palabras (verdad, justicia, denuncia) , etc... Cuando realmente juegan su papel de políticos.
Pero ¿Es posible la prensa liberal? Difícilmente con este esquema. Puede haber corrientes de opinión que defiendan principios liberales, si. Pero tendrán que jugar al juego del poder.
Un caso interesante es el de los blogs que no encaja con los modelos de poder establecidos. Es un modelo guiado por la oferta (suply-side) y por eso pone tan nerviosos a los poderosos. Gobiernos, organizaciones y a la prensa en general!
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